domingo, 31 de enero de 2010

CAPÍTULO VIII TEORÍA DEL DESARROLLO CAPITALISTA, de Paul Sweezy

CAPÍTULO VIII: LA NATURALEZA DE LAS CRISIS CAPITALISTAS.
Las crisis son fenómenos extraordinariamente complicados. Para Marx, “La crisis real puede explicarse sólo por el movimiento real de la producción capitalista de la competencia y el crédito”.

1. La producción simple de mercancías y las crisis.
Una moneda o medio de circulación bien aceptado y más o menos estable es un rasgo necesario de una sociedad que ha avanzado más allá de la etapa del trueque ocasional. Así , la función y el propósito del dinero es dividir el acto del cambio en dos partes que, por la naturaleza misma del caso, pueden estar separadas en el tiempo y en el espacio. El uso de la moneda le permite al productor poder vender su producto cuando está terminado y comprar a su satisfacción lo que le hace falta. De este modo se ahorra mucho tiempo y resulta posible la verdadera especialización que es la base de la productividad incrementada. La organización de la producción por medio del cambio privado lleva consigo la posibilidad de una crisis, de una interrupción en el proceso de la circulación, que está condicionado por la separación de la compra y venta. Puede extenderse desde su punto de origen hasta afectar a toda la economía, apareciendo la crisis con existencias de mercancías invendibles y necesidades insatisfechas. Cada productor ha producido más de lo que puede vender y sería una crisis de superproducción.

Las crisis son posibles pero más bien improbables, o accidentales, bajo la producción simple de mercancías.

2. La ley de Say.
Los economistas clásicos no son capaces de distinguir entre producción simple de mercancías y producción capitalista. Aparece la “Ley de los mercados de Say”. Ésta sostiene que una venta sigue invariablemente una compra por igual cantidad, es decir, que no puede interrumpirse la cadena M-D-M y por lo tanto no puede haber crisis ni sobreproducción. La tesis correcta de que las crisis y la sobreproducción son improbables bajo la producción simple de mercancías se convierte en la tesis falsa de que las crisis y la sobreproducción son imposibles en cualquier circunstancia. Marx ridiculizó el razonamiento. No está uno obligado a comprar sólo porque ha vendido. El dinero es algo más. Es el medio por el cual el cambio se divide en dos transacciones separas y distintas, la venta y la compra. Si uno vende y deja de comprar el resultado es la crisis y sobreproducción.

3. El capitalismo y las crisis.
La forma de circulación M-D-M cambia en el sistema capitalista a D-M-D. El capitalista inicia su carrera con dinero, lanza éste a la circulación a cambio de fuerza de trabajo y medios de producción y finalmente, después de cumplido un proceso de de producción, reaparece en el mercado con mercancías que transforma de nuevo en dinero. El capitalista devuelve constantemente el dinero a la circulación. El capitalismo es producción para obtener ganancia y es esto lo que explica el porqué el capitalismo es peculiarmente susceptible a las crisis y a la sobreproducción.

La pasión inextinguible de lucro guiará siempre al capitalista. Ahora bien, en lo que concierne a la posibilidad de la crisis no hay diferencia entre la producción simple de mercancías y el capitalismo. Cualquier interrupción en el proceso de circulación puede iniciar la sobreproducción. La forma específica de la crisis capitalista es una interrupción del proceso de la circulación provocada por un descenso en la tasa de la ganancia mas allá de su nivel ordinario.

4. Los dos tipos de crisis.
La ley de la tendencia descendente de la tasa de ganancias es apropiada a la acumulación de capital y lleva consigo una tendencia de la tasa de la ganancia a descender. Si abandonamos la suposición de que todas las mercancías se venden en sus valores de equilibrio, aparece otra posible causa de descenso de lucratividad. El punto es obvio cuando el precio de mercado cae por debajo del valor y la ganancia se reduce o desaparece. Si esto ocurre en un número suficiente, se produciría la crisis de realización. Es importante advertir de la diferencia entre las crisis relacionadas con tendencia descendente de la tasa de la ganancia y la crisis de realización. El punto de partida de la crisis es en ambos casos un descenso de la tasa de ganancia.

CAPÍTULO VI TEORÍA DEL DESARROLLO CAPITALISTA, de Paul Sweezy

CAPÍTULO VI: LA TENDENCIA DESCENDENTE DE LA TASA DE GANANCIA.
1. la formulación de la ley por Marx.
La acumulación del capital va acompañada por una mecanización progresiva del proceso de producción, lo que supone una igual cantidad de trabajo con equipos perfeccionados para producir más, lo que hace crecer la productividad del trabajo. También quiere decir que el dinero que desembolsa el capitalista (proporción del capital invertido en maquinaria) crece. De aquí se deriva la ley famosa de Marx, su “Ley de la tendencia descendente de la tasa de ganancia”. La tasa de la ganancia puede expresarse en términos de la tasa de la plusvalía y la composición orgánica del capital: g = p’ (l – o) Si suponemos que la tasa de plusvalía (p’) es constante, la tasa de ganancia (g) varía en sentido inverso a la composición orgánica del capital (o). Si o sube, g tiene que bajar. Pero esto sólo puede ser una tendencia, pues los cambios en p’ pueden balancear los efectos de un cambio en o. La composición orgánica ascendente del capital es la expresión de la creciente productividad del trabajo. La tasa descendente de la ganancia que la acompaña tiene que cerrar al fin los cauces de la iniciativa capitalista.

2.- Las causas contrarrestantes.
Marx enumera 6 causas que contrarrestan y anulan la ley general de la tasa descendente de la ganancia, dejándole sólo el carácter de una tendencia. Aquí sólo se verán las primeras 5 que pueden ser clasificadas según que su efecto sea mantener baja la composición orgánica del capital o elevar la tasa de plusvalía. La sexta se relaciona con la forma de calcular la ganancia.
1) abaratamiento de los elementos del capital constante: el uso creciente de maquinaria, elevando la productividad del trabajo, disminuye el valor por unidad del capital constante. Un aumento dado de la composición orgánica del capital, haciendo bajar el valor del capital constante, actúa en cierta medida como su propio correctivo.
2) aumento de la intensidad de explotación: la prolongación de la jornada de trabajo eleva directamente la tasa de la plusvalía, aumentando la cantidad de trabajo excedente sin afectar la de trabajo necesario.
3) depresión de los salarios más bajos de su valor.
4) sobrepoblación relativa: uso creciente de maquinaria significa una más alta composición orgánica de capital y esto deja libres a cierto número de trabajadores y se crea así la sobrepoblación relativa lo que conduce a la instalación de nuevas industrias con una composición del capital relativamente baja y, por tanto, se obtiene una tasa de ganancia relativamente alta. Este ejército de reserva produce el efecto de deprimir la tasa de salarios y así se eleva la tasa de plusvalía.
5) comercio exterior: hace posible adquirir productos y materias primas más baratos que si se produjeran en el país. De esta manera se puede abaratar el capital constante y en parte los artículos necesarios para la vida con lo que se cambia el capital variable, lo que eleva la tasa de ganancia y, por tanto, la plusvalía se eleva.

3.- Una crítica de la ley.
Una composición orgánica ascendente del capital va de la mano con la creciente productividad del trabajo. Si la tasa de plusvalía permanece invariable, esto significa que tendrá lugar una elevación de los salarios reales exactamente proporcional al aumento en la productividad del trabajo. Un ascenso en la composición orgánica del capital significa necesariamente un aumento en la productividad del trabajo, y Marx mismo dice que una más alta productividad va invariablemente acompañada por una tasa más alta de plusvalía. Esto se debe suponer en el caso general. Si se supone que tanto la composición orgánica del capital como la tasa de la plusvalía son variables, entonces la dirección en que la tasa de la ganancia cambiará se hace indeterminada. La tasa de la ganancia bajará si el porcentaje de aumento en la tasa de la plusvalía es menor que el porcentaje de disminución en la proporción del capital variable con respecto al capital total.La composición orgánica del capital es una expresión de valor y, debido a la productividad del trabajo en ascenso constante, el crecimiento en el volumen de maquinaria y materiales por obrero no debe considerarse como un índice del cambio en la composición orgánica del capital. Esto debe ser considerado exagerado.

Debe notarse que estamos considerando aquí los cambios en la composición orgánica del capital después de tomar buena nota del abaratamiento de los elementos del capital constante, que Marx considera como una causa contrarrestante. Sin embargo, no existe ninguna suposición general de que los cambios de composición orgánica del capital serán relativamente tan superiores a los cambios en la tasa de plusvalía como para que los primeros dominen los movimientos en la tasa de la ganancia. Por el contrario, debemos considerar las dos variables como de importancia aproximada. Por ello, la formulación de la ley de la tendencia descendente de la tasa de ganancia de Marx no es muy convincente.

Además, los intentos hechos para demostrar que una composición orgánica ascendente del capital debe ser acompañada por una tasa ascendente de la ganancia tampoco son convincentes. Esto no significa que no haya ninguna tendencia de la tasa a descender. Lo que se quiere demostrar es sólo que no es posible una tendencia de la tasa de la ganancia comenzando el análisis sólo por la composición orgánica ascendente del capital. Detrás de la composición orgánica ascendente del capital está el proceso de acumulación del capital y es ahí donde se deben buscar las fuerzas que tienden a deprimir la tasa de ganancia. La acumulación de capital actúa para aumentar la demanda de salarios. Si los demás factores no cambian, tal elevación conduce a una reducción de la tasa de plusvalía y esto se expresa en un descenso de la tasa de ganancia. Sólo de este hecho surge una tendencia persistente de la tasa de ganancia a caer. Lo que sí es seguro es que un aumento de la composición orgánica del capital devendrá en un aumento de la tasa de plusvalía.

Por otro lado, es verdad que existen otras fuerzas que pueden deprimir la tasa de ganancia o elevarla. Entre las primeras, se pueden mencionar los sindicatos y la acción del Estado en beneficio de los trabajadores. Entre las segundas, las organizaciones patronales, la exportación del capital, la formación de monopolios y la acción del Estado en beneficio del capital.

sábado, 30 de enero de 2010

CAPÍTULO V TEORÍA DEL DESARROLLO CAPITALISTA, de Paul Sweezy

CAPÍTULO V: LA ACUMULACIÓN Y EL EJÉRCITO DE RESERVA.
El principio del capítulo explica lo que es la reproducción simple. Este concepto parte de la idea de un consumo o inversión del total de las ganancias por parte de los agentes del capitalismo. Con esto se garantizaría una inmutabilidad en las escalas sociales del sistema. Esto es algo”imposible” ya que el fin mismo del capitalista no es el valor de uso sino la acumulación del capital mismo. El capital ganado gracias a la plusvalía es invertido para ganar más capital, aumentando la anterior plusvalía, y es en este punto donde comienza el proceso de acumulación.

Una de las consecuencias de todo esto reside en el valor de la fuerza de trabajo. Partiendo de que la acumulación necesita de una demanda constante de fuerza de trabajo, deberíamos suponer una subida de los salarios de los trabajadores, pues esta premisa básica en la teoría clásica no se da en ninguna sociedad, y es aquí donde se centra el principal problema derivado de la acumulación capitalista. El error reside en el tratamiento de la fuerza de trabajo como una mercancía ordinaria. No existe ninguna producción de fuerza de trabajo, por lo que nadie puede comerciar con ella de acuerdo con las leyes de la oferta y la demanda. El trabajo posee el precio natural y el precio de mercado. El primero es el necesario para que un trabajador pueda subsistir y perpetuar su raza, ni más ni menos, y lo realmente preocupante es que el precio con respecto al mercado según la oferta y demanda tiene una tendencia continua al ajuste con el precio natural. Esta tendencia la explica con la teoría del ejército de reserva del trabajo.

El porqué de la detención de los salarios en el precio natural se debe a una masa de obreros desempleados que ejerce una presión constante hacia abajo en el nivel del salario. Este ejército de reserva se nutre de aquellos trabajadores que han sido sustituidos por la maquinaria gracias al continuo afán de reducción de costes por parte de los capitalistas. Aunque se podría suponer que tal acumulación de capital también representa la creación de nuevos mercados e industrias que necesitarían de empleados, por lo que el ejército de reserva estaría en continuo descenso e incluso llegaría a vaciarse por lo que los salarios comenzarían a subir. Aquí es donde Marx alude a la industrialización y a las crisis y depresiones como un mecanismo capitalista para aumentar el ejército de reserva en el caso de que ésta se redujera a niveles peligrosos para el nivel salarial. Por todo esto se dice que una crisis capitalista sería inconcebible ya que la prosperidad de la industria es a expensas del ejército de reserva y, en el caso de que se diera una depresión, el ejército de reserva aumentaría por lo que la presión sobre los salarios generaría ganancias, por lo que es un sistema donde el capitalista no puede estar en crisis. Con esta teoría Marx no sólo invalida la ley de la población y la de los rendimientos decrecientes, sino que demuestra que la creencia en que el capitalismo desemboca en un estado de reposo se torna en un proceso de revolución continua.

CAPÍTULO IV TEORÍA DEL DESARROLLO CAPITALISTA, de Paul Sweezy

CAPÍTULO IV: PLUSVALÍA Y CAPITALISMO
El capitalismo implica la producción de mercancías, pero por el contrario la producción de mercancías no implica capitalismo.

1. El capitalismo.
Bajo el capitalismo la propiedad de los medios de producción corresponde a un conjunto de individuos, mientras que otro realiza el trabajo y aquí tanto los medios de producción como la fuerza de trabajo son mercancías. La diferencia específica del capitalismo es la compra y venta de la fuerza de trabajo. En la producción simple, las mercancías constituyen el principio y el fin de la transacción (M-D-M), pero en el capitalismo es el dinero el principio y el fin (D-M-D).

2. El origen de la plusvalía.
El trabajo, en otras palabras, es el uso de la fuerza de trabajo. El valor de esta fuerza de trabajo se determina por el tiempo de trabajo necesario para la producción. Dado el individuo, la producción de fuerza de trabajo consiste en la reproducción de sí mismo o su manutención. En algún punto de todo el proceso capitalista, se crea más valor o plusvalía. Por ejemplo, la jornada de un trabajo puede dividirse en dos partes: trabajo necesario y excedente. El trabajo necesario se convierte en salario y el capitalista se apropia del excedente y lo convierte en plusvalía. Esto es lo específico del capitalismo.

3. Los componentes del valor.
El valor de cualquier mercancía producida se puede dividir en tres partes:
a) capital constante: materiales y maquinaria (c)
b) valor de la fuerza de trabajo(v)
c) capital variable, la plusvalía (p)
c + v + p = valor total.

4. La tasa de la plusvalía.
Se define como la proporción de la plusvalía con respecto al capital variable y se designa con una p” (proporción del trabajo excedente con respecto al trabajo necesario).
p / v = p” = tasa de plusvalía.
Los conceptos tasa de explotación y tasa de plusvalía pueden usarse en el mismo lugar, pero hay que recordar que el primero es aplicable a todas las sociedades y el segundo sólo se aplica al capitalismo. La magnitud de la tasa de plusvalía está determinada por la duración del día de trabajo, la cantidad de mercancías que entran en el salario real, y la productividad del trabajo.

Y esta tasa puede elevarse por una extensión del día de trabajo, una rebaja del salario real o por un aumento de la productividad del trabajo.

5. La composición orgánica del capital.
c / c + v = 0 = composición orgánica del capital. Es una medida de la amplitud en que el trabajo es provisto de materiales, instrumentos y maquinaria en el proceso productivo. Todo lo que entra en esta composición es: la tasa de los salarios reales, la productividad del trabajo, el nivel común de la técnica y la amplitud de la acumulación de capital en el pasado.

6. La tasa de la ganancia.
Es la proporción de la plusvalía con respecto al desembolso total de capital.
p / c + v = g = tasa de la ganancia.
Marx hizo un supuesto de que todo el capital tiene un idéntico periodo de rotación, de un año por ejemplo, y que todos los gastos serán recuperados con la adición de la plusvalía.

CAPÍTULO III TEORÍA DEL DESARROLLO CAPITALISTA, de Paul Sweezy

CAPÍTULO III: EL PROBLEMA DEL VALOR CUANTITATIVO
1.- El primer paso.
En cualquier sociedad, es esencial que el trabajo se aplique a la producción y que esta producción sea distribuida entre los miembros de la sociedad. Lo que cambia en el curso de la historia es el modo de organizar y llevar a cabo estas actividades de producción y distribución: el valor de cambio. Este valor de cambio es un aspecto de las leyes que gobiernan la asignación de la actividad productiva en una sociedad productora de mercancías. Las mercancías se cambian unas por otras en el mercado en ciertas proporciones precisas. Absorben también cierta cantidad precisa de la fuerza de trabajo total disponible en la sociedad.

Marx supone que existe una correspondencia exacta entre las proporciones de cambio y las proporciones del tiempo de trabajo. Hay que introducir dos calificaciones obvias:
a) en la determinación del valor no debe tomarse en cuenta más trabajo que el socialmente necesario en las condiciones sociales existentes (no porque holgazanee más y tarde más, el valor de mi producto será mayor). Aquí sólo se toma en cuenta la cantidad de trabajo y no el uso del producto.
b) El trabajo más calificado que el trabajo medio debe tener, correlativamente, una mayor capacidad de producir valor. El trabajo calificado cuenta como trabajo simple multiplicado en los valores relativos de las mercancías que producen en una hora. Esto no significa que la relación entre dos tipos de trabajo sea determinada por los valores relativos de sus productos. La relación entre los dos tipos de trabajo es teóricamente susceptible de medición independiente de los valores de mercado de sus productos.
Existen dos posibilidades:
1.- El trabajador calificado es más proficiente por una habilidad natural superior: se supone que la habilidad del más diestro se manifiesta en cualquier línea de producción. A fin de establecer una relación cuantitativa de equivalencia, sólo es necesario colocar al más diestro y al otro en la misma línea de producción, donde su efectividad relativa puede ser medida fácilmente en términos físicos.
2.- El trabajador calificado es más proficiente por un entrenamiento superior: aquí el obrero no sólo emplea su propio trabajo, sino la parte de sus maestros a quienes debe su mayor calificación. Si la vida productiva del obrero es de 100 horas, y si en su entrenamiento entró el equivalente de 50 horas de trabajo simple, entonces cada hora de su trabajo contará por hora y media de trabajo simple. En la práctica, estos dos casos se pueden mezclar, pero se solucionan con los dos métodos antes mencionados. La influencia ejercida por la habilidad y el entrenamiento, sólo se hace sentir lentamente y con frecuencia en formas no evidentes. Las diferentes proporciones en que distintas clases de trabajo se reducen a trabajo no calificado, son establecidas por un proceso que tiene lugar a espaldas de los productores y parecen ser fijadas por la costumbre.

Habiendo demostrado la viabilidad teórica de reducir el trabajo calificado a trabajo simple, tomaremos cualquier clase de trabajo como trabajo simple. El ignorar las diferencias entre trabajo simple y calificado, no quiere decir que sea pertinente hacerlo en todos los casos.

2.- El papel de la competencia.
Veamos bajo qué condiciones las proporciones del cambio corresponderían exactamente a las proporciones del tiempo de trabajo. Si unos cazadores tardan dos horas en atrapar un castor y una hora en atrapar un ciervo, el valor de un castor es de dos ciervos y viceversa. Para obtener este resultado, son necesarias dos suposiciones: que los cazadores están preparados para dejar libremente la caza del ciervo por la del castor, y que los cazadores deben tener el deseo y la posibilidad de competir libremente por cualesquiera ventajas que puedan presentar en el curso del cambio, transfiriendo su trabajo de una línea de producción a otra.

Así, en una sociedad de producción simple de mercancías, la oferta y la demanda estarán equilibradas sólo cuando el precio de cada mercancía sea proporcional al tiempo de trabajo requerido para producirla y cuando se pueda trabajar libremente. Por tanto, la determinación de los precios por la oferta y la demanda forma parte integrante de la teoría basada en el trabajo.

3.- El papel de la demanda.
Si se desea conocer tanto la proporción del cambio como la distribución del trabajo, es necesario contar con dos clases de información: en primer lugar, la información sobre el costo relativo en trabajo; y en segundo lugar, la información sobre la intensidad relativa de la demanda de uno y de otro. Dados estos dos datos, es posible determinar lo que puede llamarse el equilibrio económico general de la sociedad en cuestión. Se llama así porque no sólo se establece el valor relativo de los productos, sino también se establecen las cantidades y la fuerza del trabajo de la sociedad.

Cuando se piensa en las tareas de la teoría del valor cuantitativo en este sentido amplio, no se puede prescindir de la idea de demanda y Marx nunca lo hizo: “la necesidad social que es el valor de uso en escala social aparece aquí como factor determinante de la cantidad de trabajo social que debe suministrarse en las diferentes esferas particulares”. A pesar de que Marx sí se refirió a la demanda, es cierto que lo hizo de manera breve, pero esto fue debido a dos factores:
a) bajo el capitalismo, la demanda efectiva es sólo parcialmente una cuestión relativa a las necesidades de los consumidores. Más importante es la cuestión básica de la distribución del ingreso, que a su vez es un reflejo de las relaciones de producción (estructura de clase de la sociedad). La demanda en el mundo capitalista, para Marx, difiere de la demanda real. Si se acepta la proposición de que la demanda del mercado está dominada por la distribución del ingreso, parecería que no podemos escapar a la conclusión de que los problemas del valor deben ser abordados por la vía de las relaciones de producción y no por su demanda.
b) todo lo que es en sí mismo relativamente estable y sólo reacciona a los cambios que se producen en cualquier otra entidad, no sólo puede sino que debe recibir un puesto secundario en el plan analítico.
Marx pensaba que las necesidades de los consumidores entran en la categoría de elementos reactivos de la vida social. Las necesidades, en la medida en que no surgen de requerimientos biológicos y físicos mentales, son un reflejo del desarrollo técnico y organizacional de la sociedad, y no viceversa.

4.- “La ley del valor” vs. “Principio de planeación”
La ley del valor de la que hablaba Marx, resume las fuerzas actuantes en una sociedad productora de mercancías que regula:
-las proporciones del cambio de mercancías
- la cantidad producida de cada una
- la asignación de la fuerza de trabajo a las diferentes ramas de la producción.

Una condición básica es la existencia de productores privados que satisfagan sus necesidades por el cambio entre ellos. Las fuerzas actuantes incluyen la productividad del trabajo en las diferentes ramas de producción y las fuerzas equilibradoras de la oferta y la demanda concurrentes en el mercado. Una de las principales funciones de la ley del valor es la de aclarar que en una sociedad productora de mercancías, a pesar de que las decisiones no se toman de un modo centralizado, existe el orden y no el caos. En la medida en que la asignación de la actividad productiva es sometida a un control consciente, la ley del valor pierde su pertinencia y su importancia. El principio de la planeación la sustituye.

5.- El valor y el precio de la producción.
El precio es tan sólo la expresión monetaria del valor. Los precios de producción son modificaciones de los valores. Los precios de producción se derivan de los valores de acuerdo con ciertas reglas generales. Las desviaciones no son arbitrarias ni carecen de explicación.

6.- Precio de monopolio.
La introducción de elementos de monopolio en la economía dificulta el funcionamiento de la ley del valor como reguladora de las relaciones cuantitativas de producción y de cambio. El precio del monopolio es un precio determinado sólo por el anhelo de adquirir de los compradores y por su solvencia, independientemente del precio, que es determinado por el precio de producción general y por el valor del producto. Aquí la demanda adquiere una significación especial y tanto el precio como la cantidad producida son diferentes de lo que serían en un régimen de competencia. Las discrepancias entre el precio de monopolio y el valor no están sometidas a ninguna de las leyes generales. Las relaciones del valor cuantitativo son perturbadas por el monopolio. Las relaciones de valor cualitativo no. No se alteran las relaciones sociales básicas de la producción. Podemos seguir, incluso en el monopolio, comparando mercancías y conjuntos de mercancías en términos de unidades de tiempo de trabajo, a pesar del hecho de que las relaciones cuantitativas precisas implicadas en la ley del valor han dejado de ser válidas. El tiempo de trabajo socialmente necesario es el que se requiere para producir un artículo en las condiciones normales de la producción y con el grado medio de habilidad e intensidad comunes en un momento dado.

viernes, 29 de enero de 2010

CAPÍTULO II TEORÍA DEL DESARROLLO CAPITALISTA, de Paul Sweezy.

CAPÍTULO II: El problema del valor cualitativo
En este capítulo se explica la teoría del valor cualitativo desarrollada por vez primera por Marx, siendo así éste el primer paso esencial en el análisis marxista del capitalismo. El estudio de las mercancías es el estudio de la relación económica del cambio. La producción de mercancías es la forma universal e inevitable de la vida económica. Desde este punto de vista, los problemas de la economía política tienen un caracter cuantitativo.

Pero Marx llevó a cabo su "teoría del valor" donde además del carácter cuantitativo se tiene en cuenta el cualitativo, haciendo referencia a la relación entre los productores. Toda mercancía está compuesta por el valor de uso como el de cambio. El valor de uso es la relación entre el consumidor y el objeto consumido, que para Marx era un fenómeno económico, pero no da pie directamente a una relación social por lo que lo aparta de la esfera del estudio de la investigación de la economía política.

El valor de cambio aparece como una relación cuantitativa entre cosas, que en realidad es una forma exterior de la relación social entre los propietarios de mercancías. En realidad, los productores individuales trabajan los unos para los otros. Su trabajo tiene un carácter social que les es impreso por el acto de cambio.

Una mercancía es un valor de uso y un valor. Como valor de uso es un rasgo universal de la existencia humana. Y como valor es una forma histórica específica de la sociedad, caracterizada por la división del trabajo desarrollada y la producción privada. El "producto del trabajo" es una propiedad de la mercancía que nos permite la expresión de las relaciones sociales.

El trabajo tembién tiene dos aspectos. Uno correspondiente al valor de uso, y el otro al valor de la mercancía que produce. A la mercancía como valor de uso corresponde el trabajo como trabajo útil. Marx dice que el trabajo es la sustancia del valor, haciendo referencia al trabajo que él determina como "abstracto", que es equivalente a trabajo en general. Es lo común a toda actividad humana productiva. El volumen total de la fuerza de trabajo es una característica determinante para que se produzcan cambios en la sociedad, además de su nivel de desarrollo porque de ellos dependen las potencialidades productivas de la sociedad. Tanto la significación básica como las tareas principales de la teoría del valor cuantitativo son determinadas por el análisis cualitativo.

LECTURA Nº 7: TEORÍA DEL DESARROLLO CAPITALISTA, de Paul Sweezy. INTRODUCCIÓN Y CAPÍTULO I

INTRODUCCIÓN Y CAPÍTULO I: El método de Marx
La relaciones precisas y estables que llevan a cabo un conjunto de individuos determinan la forma de la sociedad. Las ciencias sociales abarcan todas aquellas ramas que estudian esas relaciones y cómo cambian con el paso del tiempo. La economía política abarca las relaciones sociales de producción y distribución de mercancías y servicios que la gente necesita y desea. Este sistema económico es considerado entre las relaciones entre hombres y cosas.

Es un proceso de construcción e interrelación de conceptos destituidos de contenido social; por ejemplo el "salario" se convierte en una categoría universal de la vida económica en vez de una categoría adecuada a una forma histórica particular de la sociedad. Marx, acepta el método de las "aproximaciones sucesivas", que consiste en avanzar paso a paso de lo más abstracto a lo más concreto y que así la teoría pueda llegar a fenómenos reales. La tarea de la abstracción se centra en destacar lo más esencial y hacer posible su análisis, como por ejemplo el "cambio social".

Aquí se sitúa la economía política, puesto que la clave del cambio se encuentra en los movimientos del modo de producción, a través del conflicto entre fuerzas opuestas o contradictorias ("conflicto de clases" para Marx). Las relaciones económicas esenciales son aquellas que están debajo y se expresan en la forma de conflictos de clase, antagonismo social entre capitalistas industriales y terratenientes. Más específicamente la relación que existe entre capitalistas y obreros (capital-trabajo), y su estudio debe comenzar por un análisis del fenómenos general del cambio, y habitualmente todo lo que se destina a ello es la "mercancía" , el valor de cambio.

Para Marx, la realidad social es el proceso histórico, un proceso que en un principio no tiene límites ni estancamientos, aunque la sociedad cambie, y a la vez, dentro de ciertos límites, puede ser cambiada.