domingo, 31 de enero de 2010

CAPÍTULO VI TEORÍA DEL DESARROLLO CAPITALISTA, de Paul Sweezy

CAPÍTULO VI: LA TENDENCIA DESCENDENTE DE LA TASA DE GANANCIA.
1. la formulación de la ley por Marx.
La acumulación del capital va acompañada por una mecanización progresiva del proceso de producción, lo que supone una igual cantidad de trabajo con equipos perfeccionados para producir más, lo que hace crecer la productividad del trabajo. También quiere decir que el dinero que desembolsa el capitalista (proporción del capital invertido en maquinaria) crece. De aquí se deriva la ley famosa de Marx, su “Ley de la tendencia descendente de la tasa de ganancia”. La tasa de la ganancia puede expresarse en términos de la tasa de la plusvalía y la composición orgánica del capital: g = p’ (l – o) Si suponemos que la tasa de plusvalía (p’) es constante, la tasa de ganancia (g) varía en sentido inverso a la composición orgánica del capital (o). Si o sube, g tiene que bajar. Pero esto sólo puede ser una tendencia, pues los cambios en p’ pueden balancear los efectos de un cambio en o. La composición orgánica ascendente del capital es la expresión de la creciente productividad del trabajo. La tasa descendente de la ganancia que la acompaña tiene que cerrar al fin los cauces de la iniciativa capitalista.

2.- Las causas contrarrestantes.
Marx enumera 6 causas que contrarrestan y anulan la ley general de la tasa descendente de la ganancia, dejándole sólo el carácter de una tendencia. Aquí sólo se verán las primeras 5 que pueden ser clasificadas según que su efecto sea mantener baja la composición orgánica del capital o elevar la tasa de plusvalía. La sexta se relaciona con la forma de calcular la ganancia.
1) abaratamiento de los elementos del capital constante: el uso creciente de maquinaria, elevando la productividad del trabajo, disminuye el valor por unidad del capital constante. Un aumento dado de la composición orgánica del capital, haciendo bajar el valor del capital constante, actúa en cierta medida como su propio correctivo.
2) aumento de la intensidad de explotación: la prolongación de la jornada de trabajo eleva directamente la tasa de la plusvalía, aumentando la cantidad de trabajo excedente sin afectar la de trabajo necesario.
3) depresión de los salarios más bajos de su valor.
4) sobrepoblación relativa: uso creciente de maquinaria significa una más alta composición orgánica de capital y esto deja libres a cierto número de trabajadores y se crea así la sobrepoblación relativa lo que conduce a la instalación de nuevas industrias con una composición del capital relativamente baja y, por tanto, se obtiene una tasa de ganancia relativamente alta. Este ejército de reserva produce el efecto de deprimir la tasa de salarios y así se eleva la tasa de plusvalía.
5) comercio exterior: hace posible adquirir productos y materias primas más baratos que si se produjeran en el país. De esta manera se puede abaratar el capital constante y en parte los artículos necesarios para la vida con lo que se cambia el capital variable, lo que eleva la tasa de ganancia y, por tanto, la plusvalía se eleva.

3.- Una crítica de la ley.
Una composición orgánica ascendente del capital va de la mano con la creciente productividad del trabajo. Si la tasa de plusvalía permanece invariable, esto significa que tendrá lugar una elevación de los salarios reales exactamente proporcional al aumento en la productividad del trabajo. Un ascenso en la composición orgánica del capital significa necesariamente un aumento en la productividad del trabajo, y Marx mismo dice que una más alta productividad va invariablemente acompañada por una tasa más alta de plusvalía. Esto se debe suponer en el caso general. Si se supone que tanto la composición orgánica del capital como la tasa de la plusvalía son variables, entonces la dirección en que la tasa de la ganancia cambiará se hace indeterminada. La tasa de la ganancia bajará si el porcentaje de aumento en la tasa de la plusvalía es menor que el porcentaje de disminución en la proporción del capital variable con respecto al capital total.La composición orgánica del capital es una expresión de valor y, debido a la productividad del trabajo en ascenso constante, el crecimiento en el volumen de maquinaria y materiales por obrero no debe considerarse como un índice del cambio en la composición orgánica del capital. Esto debe ser considerado exagerado.

Debe notarse que estamos considerando aquí los cambios en la composición orgánica del capital después de tomar buena nota del abaratamiento de los elementos del capital constante, que Marx considera como una causa contrarrestante. Sin embargo, no existe ninguna suposición general de que los cambios de composición orgánica del capital serán relativamente tan superiores a los cambios en la tasa de plusvalía como para que los primeros dominen los movimientos en la tasa de la ganancia. Por el contrario, debemos considerar las dos variables como de importancia aproximada. Por ello, la formulación de la ley de la tendencia descendente de la tasa de ganancia de Marx no es muy convincente.

Además, los intentos hechos para demostrar que una composición orgánica ascendente del capital debe ser acompañada por una tasa ascendente de la ganancia tampoco son convincentes. Esto no significa que no haya ninguna tendencia de la tasa a descender. Lo que se quiere demostrar es sólo que no es posible una tendencia de la tasa de la ganancia comenzando el análisis sólo por la composición orgánica ascendente del capital. Detrás de la composición orgánica ascendente del capital está el proceso de acumulación del capital y es ahí donde se deben buscar las fuerzas que tienden a deprimir la tasa de ganancia. La acumulación de capital actúa para aumentar la demanda de salarios. Si los demás factores no cambian, tal elevación conduce a una reducción de la tasa de plusvalía y esto se expresa en un descenso de la tasa de ganancia. Sólo de este hecho surge una tendencia persistente de la tasa de ganancia a caer. Lo que sí es seguro es que un aumento de la composición orgánica del capital devendrá en un aumento de la tasa de plusvalía.

Por otro lado, es verdad que existen otras fuerzas que pueden deprimir la tasa de ganancia o elevarla. Entre las primeras, se pueden mencionar los sindicatos y la acción del Estado en beneficio de los trabajadores. Entre las segundas, las organizaciones patronales, la exportación del capital, la formación de monopolios y la acción del Estado en beneficio del capital.

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