Mientras el mundo lucha por salir de la recesión, el producto interior bruto (PIB) de China registró un incremento del 10.7% en el cuarto trimestre de 2009, mientras que en el tercero había sido de un 8.9%. Esto supone el ritmo más rápido de crecimiento del gigante asiático desde 2007 y le permite concluir el ejercicio con un crecimiento del 8.7%, en línea con el objetivo del Gobierno, según los datos difundidos por la Oficina Nacional de Estadísticas. Este crecimiento se debe, según esta Oficina, a los planes de estímulo del Gobierno y a las cifras récord en la concesión de créditos bancarios.
Pekín alcanza así el objetivo fijado en el 8% para el conjunto del año, cifra necesaria, según sus autoridades, para garantizar la creación de suficientes puestos de trabajo y mantener la estabilidad social.
Por otro lado, la oficina estadística china informó de que el índice de precios al consumo subió un 1.9% interanual en diciembre, lo que supone una acusada aceleración respecto a la subida del 0.6% de noviembre.
El Banco Popular de China decidió elevar en medio punto porcentual los requerimientos de capitalización de los bancos del país, actualmente fijados en el 15.5% para las grandes entidades y en el 13.5% para los bancos de menos tamaño, para endurecer su postura monetaria y atajar la creación de burbujas y el sobrecalentamiento de la economía del gigante asiático.
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